lunes, 12 de noviembre de 2012

¿Para qué una asociación?

El patrimonio cultural es uno de esos ámbitos del que todos sabemos y sobre el que todos opinamos (lo cual no es algo negativo, en absoluto), pero que, aún hoy, sigue siendo un gran desconocido. Al menos, en lo que respecta al verdadero significado de patrimonio cultural.

No vamos a dar una definición estándar, porque lo estandarizado suele ser bastante inútil, y además no existe un solo patrimonio, sino muchos patrimonios, tantos como poblaciones, sociedades y civilizaciones hay -y hubo- en el mundo. Pero sí queremos aprovechar para plantear una cuestión que es la que explica el porqué de esta asociación. La pregunta, con la que ya nos hemos encontrado varias veces y que seguramente vuelva a aparecer, es la siguiente: ¿Para qué dedicar esfuerzos a la conservación del patrimonio cultural?

Termas Valduno
Termas romanas de Valduno (Las Regueras)



Lo primero que debemos tener en cuenta es que tanto una cueva prehistórica, como un castro, unas termas romanas, un molino hidráulico o las tradiciones y fiestas populares, constituyen un legado que nos pertenece a todos. Además, nos explica cómo es nuestro territorio, su evolución, cómo era la vida antes... y todo ello, no es sino una herencia que nos define como parte de ese territorio y como miembros del grupo que vive en él.

Lo segundo es que en estos tiempos que corren, preservar lo poco que nos queda -o nos dejan- se ha convertido, y no sin razón, en una preocupación que eclipsa a todo lo demás. Lo mío se ha impuesto a lo nuestro, provocando una fragmentación social, un individualismo que impide emprender acciones colectivas que nos ayuden a mejorar la situación. En este sentido, no podemos olvidar que el patrimonio cultural, la historia que nos cuenta, no es de nadie en particular, sino de todos en general. Es nuestro. Y por ello, su conservación y puesta en valor puede ser un vínculo entre los ciudadanos, algo que permite su unión colaborando en un objetivo común, que es proteger una historia e identidad propias, evitar que caigan en el olvido y transmitírselas a las nuevas generaciones.

Canalización de agua hacia el Molín del Picarín (Las Regueras)


Y por último, sencillamente no seríamos coherentes con nosotros mismos si no hiciéramos nada al respecto. O arrimamos el hombro para conservar lo nuestro, o lo perdemos todo. No en vano, hace unos días la UNESCO (el máximo órgano en materia patrimonial) hacía un llamamiento urgente desde Japón a las comunidades locales y a los jóvenes para cooperar e implicarse en la conservación del patrimonio.

Pues bien, allá vamos.

1 comentario: